VARICELA

-
Es una enfermedad muy contagiosa pero completamente inofensiva; afecta casi exclusivamente a los niños y tiene mucha semejanza con la erradicada viruela benigna. La erupción va precedida de fiebre más o menos fuerte y malestar general. Al cabo de pocos días aparecen manchas al borde del cuero cabelludo y, a veces, en la cabeza misma y en cara, cuello y pecho; por excepción aparecen también en las mucosas de la boca. Las manchas son del tamaño de una cabeza de alfiler y a las pocas horas se convierten en pequeñas vesículas. Días después se secan y desaparecen sin dejar cicatriz.

La enfermedad toma por lo común, un curso benigno. Si se presenta con fiebre alta y los signos característicos lo requieren, se suele dar Aconitum; si el enfermo se queja de dolor de cabeza y está presente un cuadro característico, se da Belladonna. Estos dos remedios son los más usados para el inicio del cuadro agudo; sin embargo, si no hay fiebre ni dolor de cabeza, es clásico administrar Antimonium tartaricum o Mercurius. Ya en la convalecencia, y en especial para el aspecto residual y picazón de la piel, se aconseja dar Sulphur.
-