sábado, 28 de junio de 2008

HOMEOESTÉTICA

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Cuando hablemos de Homeoestética nos vamos a referir al relevante papel que juega la Homeopatía al restablecer el orden de dentro hacia fuera (importante detalle) ante cualquier afección en la estructura y funciones de la piel. Y restablecerá esas afecciones de una forma totalmente natural, sin contraindicaciones o efectos indeseables.

La piel es un órgano tan grande como importante que desempeña múltiples funciones. Está compuesto por la epidermis o capa superficial, otra más gruesa situada debajo que conocemos como dermis o corion, y la más inferior y gruesa, llamada hipodermis o tejido celular subcutáneo.

Lógicamente, cada una de estas capas tienen su propia estructura o subcapas. La epidermis, en su capa más profunda, contiene células que se multiplican con relativa rapidez, empujando hacia la superficie a las células situadas por encima, que se transforman en plaquitas córneas y que a posteriori son eliminadas mediante la descamación de la piel.

La dermis está surcada por nervios, vasos sanguíneos y linfáticos. Las fibras elásticas (musculares) son las responsables de la flexibilidad de la piel y las fibras blancas de colágeno que, como saben, es la sustancia proteínica de la piel, tendones, huesos, cartílagos y todo el tejido conectivo, aseguran su firmeza. Con la edad disminuye la elasticidad, surgen las arrugas y decrece su consistencia.

También las glándulas sebáceas y sudoríparas hunden sus raíces en la dermis; sus conductos excretores atraviesan la epidermis. Las glándulas sebáceas, también denominadas foliculares, desembocan por lo general en un folículo piloso o parte del pelo que encierra la raíz. Estas glándulas suministran grasa a la superficie de la piel dando un brillo característico al cabello.

A través de las glándulas sudoríparas, y en una acción dirigida por el cerebro, se eliminan desechos del organismo, sobre todo agua, que se evapora sobre la piel produciendo su regulación térmica.

Y por último, la hipodermis une la epidermis y la dermis con los tejidos situados debajo.

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Esta breve exposición sólo intenta cumplir la finalidad de situarnos ante un delicado instrumento que, en su parte externa, va a dejar traslucir su estado de funcionamiento, bien mostrando su equilibrio, deficiencias o excesos.

¿Qué puede hacer la Homeopatía para mantener ese estado de salud integral?

Hemos de insistir en ese importante detalle que acabamos de mencionar de que para restablecer el orden sobre la piel, hay que actuar de dentro a fuera. Los ungüentos, las cremas "milagrosas", mascarillas, aparatología, etc, que utilizan los esteticistas, contribuyen a mejorar el estado de esa estructura dermatológica pero ellos saben por experiencia que sólo en raras ocasiones esta metodología es suficiente.

La clave está en ayudar desde fuera -con esos medios- lo que está en proceso de restablecimiento por dentro.


Les pongo un ejemplo simple pero muy descriptivo:

Si una mancha en la pared la intentamos arreglar aplicando una capa de pintura, es cierto que durante un tiempo parecerá que hemos solucionado el problema pero volverá a aparecer. Pintamos nuevamente y vemos el mismo resultado pasado un tiempo. Y así una y otra vez. Ya cansados, un día vamos a la base del problema: rascamos la pared, eliminamos la humedad o el reactivo químico causante de la mancha, pintamos de nuevo y ya no habrá más problema: hemos restablecido el orden de dentro hacia fuera. No olvidemos este sencillo e importante concepto y los resultados de nuestro trabajo diario se verán ampliamente compensados. La paciente o el paciente vendrá pocas veces a vuestro gabinete pero la propaganda de ese mágico "boca a boca" funcionará a las mil maravillas, eso está demostrado.


Sin más preámbulos, pasemos a la práctica de las afecciones dérmicas más frecuentes:

Hoy día, no podemos dejar de lado una afección cutánea tan extendida como antiestética y molesta: es el acné juvenil y, por extensión, al acné en general.

La infección de las glándulas sebáceas hipertrofiadas se puede desencadenar por estímulos hormonales en la pubertad, por medicamentos de sustancias yodadas o bromadas, por la vitamina B12, los barbitúricos o los corticoides.




En el acné graso o seborreico con piel de aspecto aceitoso, utilizaremos SELENIUM, un remedio homeopático que no sólo cubre esta afección sino que además restablece el equilibrio en el cansancio físico y mental.

Cuando el acné se produce en las localizaciones naso-frontales, el remedio indicado sería LEDUM.

En la lesión papulosa simple o indurada, que presenta a veces un punto blanco central, que suele supurar con dolor alrededor de la pápula, utilizamos un pequeño pero eficaz remedio: EUGENIA JAMBOSA.

En la foliculitis que aparece donde el tejido subcutáneo es poco espeso como en frente, conductos auditivos o región coccígea, pensaremos en CALCAREA PICRATA, siempre a baja dilución (7 ó 9 CH.)

En el acné pustuloso y tuberoso, las lesiones son ardientes, pican, y aparecen sobre todo en la cara, en el pecho y en los hombros.

Si sometemos al paciente a un estudio más profundo, veremos que está nervioso, deprimido y ansioso, manifestando esta ansiedad por el movimiento contínuo de las manos y de los dedos, como si tocase el piano. Su medicamento más acertado sería: KALIUM BROMATUM.


Una vez que el acné ha sido curado, a veces suelen quedar unas marcas antiestéticas, que llamamos acné cicatricial.


El remedio ANTIMONIUM TARTARICUM está indicado en las cicatrices violáceas, varioliformes, que tienen el aspecto de cráteres ligeramente azulados.

En las cicatrices queloides, contamos con GRAPHITES, un medicamento realmente espectacular.

Estos medicamentos sintomáticos que acabamos de relacionar, deberían ir respaldados por remedios o medicamentos de fondo. Como ejemplo, el acné juvenil es. como sabemos, consecuencia de una sensibilidad especial de los receptores pilosebáceos, sometidos a la poderosa acción hormonal de la pubertad. Por tanto, el tratamiento de fondo deberá orientarse hacia:

• la sensibilidad particular de los receptores pilosebáceos, es decir, hacia el "terreno" del enfermo. Y

• la intensidad anormal de la producción hormonal.

Acabamos de mencionar el concepto "terreno del enfermo" que va íntimamente unido a otra expresión: medicamento o remedio constitucional o biotipológico, es decir, ese remedio totalmente diferenciado, individual, que nada tiene que ver con la lista de remedios sintomatológicos de la que hemos hablado y de la que seguiremos hablando. Y ustedes se preguntarán: si tenemos que administrar además ese remedio constitucional o biotipológico, ¿para qué nos sirven los remedios dados según la sintomatología del enfermo? Esta cuestión ofrece una respuesta sencilla:

Afortunadamente, muchos, muchísimos casos en los que prescribimos el medicamento con arreglo al cuadro sintomatológico o signos característicos de la manifestación patológica, la afección desaparece porque ha sido curada o, en el peor de los casos, la mejoría se hace notar desde los primeros tiempos de tratamiento. Pero cuando esa mejoría no termina de resolver el problema y pone de manifiesto recidivas más o menos frecuentes, nos está informando que la afección del paciente es mucho más profunda, que los disturbios internos afloran a la piel porque el terreno está dañado, que no se trata de una simple manifestación cutánea, hay un sistema linfático, sanguíneo, etc, alterado, al que hay que atender como enfermedad de terreno y no precisamente como una banal anomalía dérmica.

En ese "terreno enfermo", los acnés microquísticos suelen responder bien a la ingesta de NATRUM MURIATICUM o THUYA a alta dilución. Pero si el contorno del ostium folicular se congestiona debido al aumento de la producción de sebo, se enrojece y presenta el aspecto de una quemadura, lo que habrá que prescribir es SULPHUR.

En los acnés papulosos o pápulo-pustulosos, utilizaremos SULPHUR IODATUM en diluciones medias.

En los acnés tuberosos hay que utilizar sistemáticamente TUBERCULINUM RESIDUUM 9 ó 15 CH, una o dos dosis mensuales. Aquí el remedio THUYA podrá intervenir también para frenar los procesos hiperplásicos de los quistes sebáceos.

Seguimos con el terreno, y en lo que respecta a hipercorticismo, hiperfoliculismo, hiperandrogenismo, hipofoliculismo, hipoluteinismo, o sea, en definitiva todo lo que concierne al balance hormonal, es muy comprensible que sea excluido de esta ponencia porque su exposición, metodología y seguimiento, es laborioso y lógicamente propio de un curso a impartir a nivel académico.



Continuando con los problemas más frecuentes, nos encontramos con una piel aceitosa, que trataríamos eficazmente con Natrum muriaticum a baja potencia.

En las arrugas del cutis o la piel arrugada en general, podremos obtener buenos resultados administrando el medicamento que mejor se adapte a la tipología del individuo, y entre los más utilizados, tenemos Arsenicum album, Conium, Cuprum, Lycopodium, Sepia, Sulphur o Veratrum album. Es cierto que los resultados más espectaculares se han obtenido con Secale cornutum.


En la piel áspera, hemos conseguido muy buenos resultados administrando Calcarea carbonica, Graphites, Natrum Carbonicum, Petroleum, Sepia o Sulphur, según convenga en cada caso particular.

Esa piel brillante, no aceitosa, sólo brillante que tanto llama la atención y con la que la mujer lucha matizando con aplicaciones externas, podríamos normalizarla con el uso, a baja potencia, de Apis mellifica y Belladonna, alternando ambos remedios.

Las callosidades o piel dura, se ha tratado con éxito administrando Antimonium crudum, Graphites, Sepia, Silicea, según los casos.

En las cicatrices que se vuelven dolorosas cuando cambia el tiempo, en un alto porcentaje de pacientes administramos ACIDUM NITRICUM.

En las cicatrices induradas donde el paciente se aplica todo cuanto le dicen, alternamos ACIDUM FLUORICUM y GRAPHITES. Si la cicatriz es de consistencia pétrea y no vemos una evolución favorable a los diez o doce días de tratamiento, añadiremos, al acostarse, CONIUM MACULATUM.

Si sólo es el picor lo que trae de cabeza al paciente, aplicaremos con éxito IODUM y ACIDUM FLUORICUM, alternando ambos remedios.

En cicatrices donde las punzadas es el principal problema, administraremos SILICEA, de acción calmante y antiinflamatoria.

A veces, en los bordes de la cicariz aparecen unos flictenas o vejiguillas muy molestos, que controlaremos eficazmente alternando ACIDUM FLUORICUM y RHUS TOX.

En pieles muy rígidas, falta de elasticidad, maltratadas por las condiciones atmosféricas, mal hidratadas, etc, han probado su eficacia la combinación de estos tres remedios: BOVISTA, CUPRUM y RHUS TOX. A veces, ha sido necesario añadir una toma diaria de GRAPHITES en los casos de espesamiento o engrosamiento de la piel, aunque a decir verdad, RHUS TOX. actúa de maravilla en este sentido.

En otro orden de cosas, son muchas las personas que se quejan de lo que vulgarmente llamamos piel de gallina.

Los remedios HELLEBORUS, NUX VOMICA y VERATRUM ALB. han sido administrados con éxito, según los casos.

En las lipomatosis o quistes sebáceos, más o menos móviles o indurados, a veces muy aparatosos porque ocupan gran extensión abdominal, donde la cirugía es reacia a las intervenciones debido a que suelen reproducirse por la susceptibilidad o predisposición del terreno, hemos conseguido reabsorberlos y eliminarlos con CALCAREA CARB., GRAPHITES y en ocasiones CONIUM MACULATUM si están muy indurados.

Cuando hablamos de grietas en la piel, sabemos que generalmente se deben a la falta de elasticidad por una alteración patológica. Se suelen dar más casos en época fría.

Además del cuidado externo, utilizamos los siguientes medicamentos dependiendo de los siguientes cuadros:

GRAPHITES: Piel dura y seca; grietas especialmente en la punta de los dedos y superficies articulares de los miembros. Las grietas se irritan con facilidad y originan úlceras.

SULFUR: Grietas debidas a la humedad, a los trabajos con agua o a los fríos del invierno. La piel recubierta de escamillas está reseca. El paciente se queja de escozor y picazón y busca alivio lavándose y rascándose.

PETROLEUM: Grietas en las manos que sangran fácilmente y causan vivo dolor principalmente en las puntas de los dedos, apareciendo siempre en invierno. Grietas en los labios que sangran también con facilidad.

ANTIMONIUM CRUDUM: Labios resquebrajados y grietas dolorosas en las comisuras, que se curan y se reproducen con facilidad. Habría que estudiar la combinación con NATRUM MUR.

Verrugas

En lo concerniente a la problemática de las verrugas, es un hecho tan extendido que desde la antigüedad se han buscado soluciones mágicas. Nosotros vamos a ceñirnos a remedios o cepas que han dado buenos resultados. Por ejemplo,

En las verrugas carnosas, también duras o córneas, que se agrietan y sangran fácilmente: administraremos CAUSTICUM.

Verrugas en las partes genitales externas y perineo: daremos THUYA OCCIDENTALIS.

En las verrugas planas, granulosas, que salen junto a las uñas o surgen de la base de la uña. Se inflaman y se rajan con facilidad. Parece ser que estas formaciones están relacionadas con erupciones cutáneas. Aplicaremos ANTIMONIUM CRUDUM.

Verrugas antiguas, muy numerosas sobretodo en las manos y los dedos. Se han detectado casos en chicas cloróticas o anémicas: administraremos NATRUM MUR.

En verrugas grandes, rajadas, húmedas, en forma de coliflor, que sangran fácilmente al menor roce: ACIDUM NIT.

En las verrugas localizadas sobre todo en el dorso de la mano, utilizaremos FERRUM PICRICUM.

En personas muy nerviosas con múltiples verruguillas localizadas exclusivamente en las manos, daremos ANACARDIUM ORIENTALIS.

De forma general, para uso externo, recomendamos el ungüento THUYA TM (tintura madre).

En muchos casos, no es recomendable el tratamiento local por cauterización o estrangulamiento.

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Un asunto delicado de tocar es la alopecia o caída del cabello. Los costosos tratamientos externos, de dudosos resultados en muchos casos, y un largo etcétera que no viene al caso que nos ocupa.

Alopecia:

Haremos una rápida mención que no compromete a nada y podría dar sorprendentes resultados:

La alopecia producida por grandes pérdidas de líquido orgánico, la tratamos con CHINA RUBRA.



En la caída después de enfermedades febriles, daremos HEPAR SULFUR, SILICEA o LYCOPODIUM.

En la caída producida por hiperhidrosis, MERCURIUS SOLUBILIS alternado con BELLADONNA.

En la pérdida del cabello después de penas profundas, fallecimiento, accidente, etc, de un ser querido, daremos ACIDUM PHOSPHORICUM.

En las calvicies propias de ansiedad, opresión familiar, estados impositivos o dictatoriales, alternaremos STAPHYSAGRIA e IGNATIA o ACIDUM PHOS., según convenga.

Cuando hay gran sequedad del cuero cabelludo y calvicie en la parte delantera de la cabeza, administraremos ARSENICUM ALB.

Si la caída es debida a picazón con formación de caspa, aplicaremos LYCOPODIUM.

Y así podríamos seguir, analizando paso a paso, soluciones para esta controvertida afección.

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2 comentarios:

Fátima dijo...

Hola buenos dias
estoy muy preocupada, mi hija de 13anos tiene una mancha grande en el cuello (parte de atras cerca del cabello),de color castana y espessa.
Despues de consultar dermatologista me dice por incrible, que no sabe lo que sera pues las analysis estan en sus valores normales.
Que me aconseja
Saludos desde Portugal

Juan Jiménez Jurado dijo...

Estimada Fátima
Si no me escribe su e-mail
no puedo contestarle
¿De acuerdo? Espero